BitácoraExposiciones y Conferencias

El pasado seis de marzo inauguramos la exposición de caligrafía en la maravillosa librería Los Portadores de Sueños situada en Zaragoza. Gracias a la generosidad de Eva y Félix, fue posible ofrecer una selección de mis trabajos caligráficos recientes. Además, me animé a caligrafiar el comienzo de la Gran Crónica de España escrita por el maestre Juan Fernández de Heredia en el siglo XIV sobre el cristal del escaparate.

 

 

 

 

 

 

En dicha muestra se puede contemplar tanto ejemplos de una caligrafía más clásica como otros más próximas a las influencias de la caligrafía gestual y expresiva. Fue estupendo compartir ese rato con compañeros, amigos y familia. Además, el gran Antón Castro, con su sensibilidad y acierto habituales, fue el encargado de presentar la exposición y ofrecer no pocas reflexiones y valoraciones sobre detalles de algunos de los cuadros mostrados. No sólo eso: se encargó de escribir un texto para Heraldo de Aragón disponible aquí. ¡Mil gracias una vez más, Antón!

 

En suma, un momento estupendo que anima a continuar por la senda de la creación caligráfica contemporánea, en la que el poso que deja el trabajo diario con manuscritos originales y el estudio de las principales corrientes actuales van configurando mi particular visión de la creación caligráfica actual.

 

BitácoraExposiciones y Conferencias

El pasado sábado (21 oct. 2017) tuve el placer de impartir una charla combinada con ejercicios caligráficos en el Museo Etnográfico de Castilla y León, situado en la maravillosa ciudad de Zamora (noticia de prensa). Invitado por Emilio Ruiz, jefe de la Biblioteca de dicha institución, compartí con todos los asistentes y participantes tanto reflexiones como ejemplos prácticos en torno a la magia del trazo. Elegimos cuatro tipos de escritura (carolina, gótica textura, gótica redonda y cancilleresca) para sumergirnos en la evolución escrituraria sin perder de vista las influencias paleográficas que marcan la actividad del calígrafo. De hecho, dividimos el magnífico espacio de trabajo en la sala de biblioteca, convertida en silencioso scriptorium moderno, en dos ámbitos diferenciados: los puestos de trabajo por un lado y la mesa donde colocamos materiales y ejemplos originales junto a la pantalla donde proyectábamos imágenes de documentos por otro.

 

 

 

 

 

 

 

 

Transcurrió así la mañana entre letras y ejercicios de una manera tan rápida y agradable que hacia las 15.00 constatamos lo mucho que todavía quedaba por abordar. Todos salimos muy contentos y hermanados en torno a la emoción de los trazos y el gusto por el estudio histórico de las letras en su dimensión paleográfica y caligráfica.